No es fácil ser un líder en la redacción. Es un papel que requiere acciones incisivas y decisiones vertiginosas, todo ello mientras se equilibran las necesidades cambiantes del equipo. Este exigente cóctel de plazos y responsabilidades de liderazgo puede dar lugar a algunas dinámicas de poder poco saludables. Si un líder deja que su poder se le suba a la cabeza, es muy fácil que las redacciones se conviertan en espacios de trabajo tóxicos.

En realidad, una redacción no es muy diferente de otros entornos de trabajo. Teniendo en cuenta que los medios de comunicación informan con regularidad sobre la salud mental y la importancia de unas relaciones profesionales sanas, se podría pensar que el personal directivo tendría un mejor conocimiento de la etiqueta de trabajo. Por desgracia, no siempre es así.

Algunas redacciones han caído en las mismas cosas de las que informan: culturas laborales tóxicas, sexismo y racismo. Tener un buen redactor puede ser la diferencia entre progresar en tu carrera u odiarlo tanto que acabes abandonando el sector. En algunos casos, las personas que dirigen a los periodistas pueden estar manejando los hilos de una manera que deja al personal desmoralizado.

Dado que las mujeres y las minorías étnicas suelen ocupar puestos inferiores, estos grupos ya marginados pueden verse expulsados con mayor facilidad de las redacciones, lo que hace que la profesión sea más homogénea y constituya una amenaza para la representación fiel de las comunidades de la vida real.

Mi jefe es tóxico, ¿qué puedo hacer? Para conocer la respuesta a cómo lidiar con jefes tóxicos, sigue leyendo.

Cómo Lidiar con Jefes Tóxicos

Mi Jefe me Hace Sentir Mal

Una de esas personas cuyo trabajo acabó convirtiéndose en una pesadilla es Hannah (nombre ficticio), que informa para una importante publicación.

«Al principio, me llevaba muy bien con mi jefe», explica. «Pero a los dos años de estar en el puesto, algo cambió y, de repente, se puso a hablar conmigo, creando cualquier motivo para frenar mi ascenso, y dándome comentarios negativos sin posibilidad de justificarme. Dejaba caer reuniones en mi agenda 10 minutos antes de las 5 de la tarde, dejándome ansiosa todo el día».

El jefe tóxico de Hannah también se quejaba de su «tono inapropiado» y amenazaba con tomar medidas disciplinarias, mientras que el colega blanco de Hannah, también implicado en la peliaguda situación, era ascendido.

«Una vez me llamó p*** en una noche de borrachera y me gritó delante del resto de mi equipo», cuenta Hannah. Se apresura a añadir que el comentario se hizo en broma, pero sigue siendo un insulto muy inapropiado para llamar a una compañera. «Siempre me lanzaban una acusación o un correo electrónico grosero que me hacía llorar», pero al día siguiente el director actuaba como si no hubiera pasado nada.

Hannah continúa: «Me sentía como si me estuviera haciendo luz de gas… como si no pudiera hacer nada bien, y como si me estuvieran intimidando». Intentó meditar con el equipo de recursos humanos de su empresa para hacer frente a sus sentimientos, pero las cosas fueron a más cuando su jefe «redobló su comportamiento» diciendo que «trataría así a cualquier miembro del personal, como si eso mejorara las cosas».

En vista de la toxicidad de su jefe, Hannah acabó renunciando por completo a intentar progresar en la empresa en vez de lidiar con la situación. «Sabía que nunca iba a conseguir el ascenso que me merecía, y que cada vez que me daban un trato individual, surgía otra crítica. Ahora estoy desesperada por dejar la empresa -o más concretamente, mi equipo- para encontrar un lugar de trabajo en el que realmente pueda prosperar.»

Cuando te Tratan Mal en el Trabajo

Antes de saber cómo lidiar con jefes tóxicos, vamos a poner otro ejemplo real de una persona que nos contaba «tengo un jefe tóxico«.

Lamentablemente, el caso de Hannah no es único. Shayra (nombre ficticio), otra periodista residente en el Reino Unido con la que hablamos, vivió circunstancias similares. Para colmo de males, Shayra había sido contratada a través de la acción positiva, que consiste en que las marcas intentan aumentar el número de contrataciones procedentes de entornos subrepresentados.

Ella nos dice que este tipo de planes son «mejores relaciones públicas para las empresas que una contribución sustancial a las carreras de personas como nosotros, que nunca vemos que nuestras funciones se traduzcan en puestos de trabajo o ascensos. Shayra también considera que «podemos trabajar muy duro y ganar todos los premios y nominaciones, pero seguir sin conseguir la progresión y el salario que merecemos».

«Me di cuenta de esto después de hacer unas prácticas dirigidas específicamente a personas de minorías étnicas. El objetivo era construir una cartera de trabajo, pero cuando me fui, decidieron excluir mi nombre de la única historia en la que trabajé durante meses, pero dejaron los nombres de todos los demás».

En otro puesto, una jefa tóxica le hizo creer que su contrato pasaría a ser de plantilla, y que le informarían de la decisión en su último día de contrato. Acabó esperando en la oficina hasta las 7 de la tarde para lo que se describió como una «llamada importante» con un editor senior, sin más información.

Cuando por fin entró en la llamada, esta se cortó a mitad de camino. «Descubrí que se debía a que habían cerrado mi cuenta sin previo aviso», añade. «Así fue como acabé descubriendo que la llamada era en realidad mi entrevista de despido».

En otro lugar de trabajo, Shayra se sintió frustrada al ser rechazada constantemente de los puestos de trabajo a pesar de haber hecho todo lo posible, sólo para ver que personas menos cualificadas que ella recibían esos puestos en su lugar. «Ahora he decidido que no quiero trabajar en una redacción durante un tiempo».

Cómo Lidiar con Jefes Tóxicos

Cómo Lidiar con Jefes Tóxicos

Una de las razones por las que acabamos con tiranos en puestos de poder es por la forma en que promocionamos a esas figuras, dice el periodista e investigador Deepu Sebastian Edmond.

Gran parte se reduce a la falta de formación en liderazgo. En otros sectores, se exigen cualificaciones para los ascensos de alto nivel, o se puede esperar una formación interna o a través de un coaching de terceros.

«En el mundo del periodismo no hay nada de eso», dice Edmond, «te pueden ascender hoy mismo y empezar a trabajar como redactor al día siguiente, sin tener que pasar por ningún tipo de formación en gestión de personas».

El resultado de ser catapultados a trabajar como líderes es que no saben cómo manejar al personal. Puede que estos líderes sepan hacer bien su trabajo gracias a la experiencia en las redacciones, pero no siempre tienen el incentivo o la sensibilidad para tratar las necesidades de sus colegas.

Dicho esto, Edmond destaca que esto es algo sobre lo que podemos tener cierto control. A la hora de promocionar o contratar redactores, las empresas deberían asegurarse de que reciben algún tipo de formación en gestión.

«Actualmente, una redacción no es un espacio realmente democrático. Una persona tiene que tomar todas las decisiones, por lo que hay defectos que vienen con ese espacio, que a menudo lleva a que la autocracia sea la norma».

Edmond también llama la atención sobre cómo, al igual que el chico popular de la clase, una persona carismática puede hacerse con el control de una redacción, lo que a menudo puede ser problemático si tiene determinadas inclinaciones políticas o ciertos vicios. «Puedes acabar con una redacción especialmente tóxica que se desarrolla con el tiempo».

Edmond considera que la formación debe recaer en los propietarios de las empresas de noticias, porque son ellos los que, en última instancia, deben realizar las inversiones. «Estamos hablando de más de unas semanas (quizá meses) de formación para el trabajo, lo que significa que te estás comprometiendo a que una persona esté en el puesto durante un tiempo».

Sin embargo, Edmond también es pesimista respecto a que se produzcan este tipo de gastos «porque no se gana dinero en este tiempo».

Aun así, los propietarios tienen que comprender la importancia de contratar y fomentar un buen liderazgo. Edmond recuerda haber visto demasiados casos en los que se asciende a personas que se anteponen al equipo, lo que resulta en la aparición de jefes tóxicos.

«Hay que promocionar a las personas que se ponen por delante, a las que les gusta trabajar en equipo, a las que les gusta ayudar a los demás a mejorar. Es fácil contratar a una persona prepotente, porque ya está en tu cara, [pero] hace falta un poco de valor para hacer lo otro y… asumir ese riesgo. Creo que merece la pena».

¿Qué hacer cuando tu jefe te menosprecia?

  1. Explora tus opciones. Tómate un respiro y considera todas las opciones que tienes a tu alcance, desde conversaciones informales hasta acudir a un sindicato o a RRHH.
  2. Ten confianza. Te contrataron por un motivo y es importante no perderlo de vista. Recuerda que eres bueno en tu trabajo.
  3. ¿Qué acaba bien? Piensa en lo que hace vibrar a tu jefe: intenta enmarcar las charlas en torno a cosas que sabes que les apasionan.
  4. Ponte a ti mismo en primer lugar. Ningún trabajo vale tu salud mental. Si crees que no es viable, puedes empezar a poner en marcha planes para dejarlo.

Qué Hacer Ante un Jefe Tóxico

Sin embargo, ¿qué puedes hacer si te enfrentas a un jefe difícil? ¿Cómo lidiar con jefes tóxicos en una redacción? En primer lugar, intenta no desesperar. Explora todas tus opciones al tratar con un redactor o jefe difícil, incluso si eso significa salir de tu zona de confort. La coach de vida y carrera Ayesha Murray recomienda creer en tus propios méritos a la hora de manejar un asunto así.

«Si te sientes cómoda y confías en ti mismo y en tus capacidades, te resultará más fácil gestionar el impacto de tener un jefe tóxico«, explica.

Algunas medidas sólidas para conseguir la confianza son tomarse un tiempo para centrarse en lo que has conseguido a lo largo de tu carrera, rodearte de gente que te eleve, tanto en el trabajo como en casa, y pensar en la visión que tienes para tu vida y tu carrera. Ayesha nos recuerda que «todos nos encontraremos con personas tóxicas (no sólo con jefes) a lo largo de nuestras vidas y carreras, por lo que es fundamental desarrollar nuestra propia resiliencia».

A continuación, elabora el mejor enfoque para lidiar con jefes tóxicos. ¿Qué tipo de conversaciones suelen acabar de forma positiva? ¿Son más visuales o basadas en datos? ¿Cómo puedes crear el mejor resultado posible para ti? A veces es mejor intentar hablar primero con el jefe, antes de acudir a RRHH. Esto puede ser difícil si se trata de temas difíciles, así que se recomienda hacer una lista de todos los puntos que quieras exponer y reunir pruebas si las hay; puedes consultar tus notas.

Si comprendes qué es lo que mueve a tu jefe, puedes utilizar ese conocimiento en tu beneficio y sacar lo mejor de cada interacción con él. Al cambiar tu enfoque al tratar con ellos si es necesario, puedes manejar la situación tú mismo. Si esto no funciona, se sugiere traer a un representante de RRHH o del sindicato para que ayude a mediar en la conversación.

También es importante entender lo que quieres obtener de tu función y organización actuales. ¿Cómo beneficiará tu trabajo a tu carrera? Ayesha recomienda centrarse en tu visión a largo plazo y utilizar tu situación actual para ganar toda la experiencia que puedas, pero también recordar que «en última instancia, tienes que hacer lo que es correcto para ti y para tu salud mental». Así que si no quieres lidiar con un jefe tóxico o no encuentras una solución, intenta cambiar de empleo.

Lidiando con Jefes Tóxicos: Estrategias para un Ambiente Laboral Saludable

Lidiando con Jefes Tóxicos: Estrategias para un Ambiente Laboral Saludable

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¿Cómo poner límites a un jefe tóxico?

  • Establece límites claros y firmes
  • Comunica tus preocupaciones de manera asertiva
  • Documenta todas las interacciones problemáticas
  • Conoce tus derechos laborales
  • Busca apoyo en recursos humanos si es necesario
  • Mantén un equilibrio entre la vida laboral y personal
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¿Cómo se comporta un jefe tóxico?

  • Microgestión constante
  • Críticas destructivas y falta de reconocimiento
  • Comunicación agresiva o pasivo-agresiva
  • Favoritismo y discriminación
  • Acoso laboral o mobbing
  • Manipulación emocional
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¿Cómo sobrevivir a jefes tóxicos?

Estrategias efectivas para lidiar con jefes tóxicos:

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¿Qué hacer cuando tu jefe te hace sentir mal?

  • Identifica y valida tus emociones
  • Mantén la calma y profesionalismo
  • Busca apoyo emocional fuera del trabajo
  • Practica técnicas de autocuidado
  • Considera hablar con un profesional de salud mental
  • Evalúa tus opciones laborales a largo plazo
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¿Cómo poner límites con tu jefe tóxico?

  • Sé claro y específico sobre tus límites
  • Utiliza un lenguaje profesional y respetuoso
  • Enfócate en soluciones, no en quejas
  • Establece expectativas realistas
  • Sé consistente en el cumplimiento de tus límites
  • Prepárate para posibles represalias y ten un plan B
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¿Cómo neutralizar un mal jefe?

  • Mantén un registro detallado de incidentes
  • Construye alianzas con compañeros de confianza
  • Supera las expectativas en tu trabajo
  • Aprende a manejar las críticas de manera constructiva
  • Utiliza la inteligencia emocional a tu favor
  • Considera elevar el problema a niveles superiores si es necesario
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¿Cómo aguantar a una persona tóxica en el trabajo?

Técnicas para manejar el estrés causado por personas tóxicas:

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¿Qué hacer cuando tu jefe te falta al respeto?

  • Mantén la calma y no respondas de manera emocional
  • Documenta el incidente con detalles
  • Busca un momento apropiado para hablar en privado
  • Expresa cómo te sientes usando declaraciones "yo"
  • Solicita un cambio específico en el comportamiento
  • Si persiste, considera reportarlo a recursos humanos

Quiz: Cómo Lidiar con Jefes Tóxicos

1. ¿Cuál es la primera acción recomendada al lidiar con un jefe tóxico?




2. ¿Qué estrategia es efectiva para manejar la comunicación con un jefe tóxico?




3. ¿Cuál es un signo común de un jefe tóxico?




4. ¿Qué acción es recomendable para proteger tu bienestar al trabajar con un jefe tóxico?




5. ¿Cuál es una estrategia efectiva para manejar el estrés causado por un jefe tóxico?




OfficeSurvivor2024:
¡Hola a todos! Estoy trabajando en un proyecto sobre cómo lidiar con jefes tóxicos y me encantaría escuchar sus experiencias y anécdotas sobre este tema. ¿Alguien tiene alguna historia o consejo que compartir?

WorkWarrior:
¡Definitivamente! En mi primer trabajo, tuve un jefe que nunca estaba satisfecho con nada. No importaba cuánto me esforzara, siempre encontraba algo que criticar. Empecé a documentar todas nuestras interacciones por correo electrónico y guardé todas las instrucciones por escrito. Esto no solo me protegió, sino que también me permitió mejorar mis respuestas a sus críticas injustas con evidencia concreta.

StressBuster:
Recuerdo una vez que trabajé para una jefa que tenía un temperamento horrible. Gritaba a los empleados por cualquier pequeño error. Lo que me ayudó fue construir una red de apoyo dentro de la oficina. Mis colegas y yo nos apoyábamos mutuamente, compartíamos estrategias para manejar el estrés y nos manteníamos unidos. Eventualmente, algunos de nosotros elevamos nuestras preocupaciones a Recursos Humanos, y aunque no fue fácil, finalmente se tomaron medidas.

CareerClimber:
Tuve una experiencia similar con un jefe que microgestionaba todo. Sentía que no podía tomar ninguna decisión por mí mismo. Decidí enfrentar el problema directamente y solicité una reunión con él para discutir mi necesidad de mayor autonomía. Para mi sorpresa, fue receptivo a la conversación y poco a poco comenzó a confiar más en mí. A veces, hablar abiertamente y con respeto puede cambiar las cosas.

BurnoutEscape:
Trabajé para un jefe que no respetaba los límites del trabajo y vida personal. Esperaba respuestas a correos electrónicos a cualquier hora del día y de la noche. Después de un tiempo, empecé a establecer límites claros. Informé a mi jefe de mis horas de disponibilidad y dejé de responder fuera de ese horario, a menos que fuera una emergencia. Fue difícil al principio, pero con el tiempo, respetó mis límites.

MentalHealthAdvocate:
Una de las peores experiencias que tuve fue con un jefe que constantemente menospreciaba mi trabajo en público. Esto afectó gravemente mi autoestima y salud mental. Busqué ayuda profesional y hablé con un terapeuta que me ayudó a desarrollar estrategias para manejar la situación. También comencé a buscar otras oportunidades de empleo. Eventualmente, encontré un mejor trabajo en un ambiente más saludable.

TeamPlayer:
Una táctica que me ayudó fue documentar y mostrar resultados de mi trabajo. Mi jefe solía culparme por problemas que no estaban bajo mi control. Así que comencé a enviar informes regulares detallando mis tareas y logros. Cuando surgía un problema, podía demostrar con hechos lo que había hecho y dónde podrían estar los problemas reales. Esto redujo las acusaciones injustas y aumentó mi credibilidad.

ResilientWorker:
En mi caso, mi jefe tenía favoritos y claramente no estaba entre ellos. Me di cuenta de que intentar ganar su aprobación era inútil. En lugar de eso, me concentré en desarrollar mis habilidades y buscar mentores fuera de mi equipo directo. Eventualmente, esto me ayudó a obtener un ascenso en otra área de la empresa donde mis esfuerzos eran más apreciados.

OptimisticOutlook:
Lo más importante es mantener una actitud positiva y no dejar que el comportamiento tóxico te afecte personalmente. Tuve un jefe que siempre tenía una actitud negativa, pero en lugar de dejarme arrastrar por su negatividad, me enfoqué en lo que podía controlar. Mantuve mi profesionalismo y busqué maneras de motivarme, ya sea a través de pequeños logros personales o proyectos interesantes.

CorporateNavigator:
Recuerdo que trabajé con un jefe que constantemente tomaba crédito por mi trabajo. Decidí empezar a cc a otros colegas y superiores en mis correos electrónicos importantes, asegurándome de que el reconocimiento fuera compartido más ampliamente. También aprovechaba reuniones de equipo para presentar mis ideas directamente. Con el tiempo, la gente comenzó a notar quién estaba realmente haciendo el trabajo.

BalancedLife:
El equilibrio entre la vida laboral y personal es crucial. Tuve un jefe que no respetaba mi tiempo personal, y después de meses de estrés, decidí tomar un enfoque más firme. Comunicaba mis límites claramente y aseguraba que mi trabajo durante las horas laborales fuera impecable, para que no hubiera excusas para requerirme fuera de ese horario. Esta claridad me ayudó a mantener mi salud mental y rendimiento.

FeedbackSeeker:
Enfrentar jefes tóxicos también implica buscar retroalimentación externa. Me encontraba en una situación donde mi jefe era constantemente crítico sin ser constructivo. Comencé a buscar feedback de colegas y otros líderes en la organización. Esto no solo me dio una visión más equilibrada de mi desempeño, sino que también me proporcionó aliados dentro de la empresa que podían respaldarme en momentos de conflicto.

NewPerspective:
Una cosa que realmente me ayudó fue cambiar mi perspectiva. Tenía un jefe que parecía imposible de complacer, pero en lugar de verlo como una lucha constante, lo consideré un desafío para mejorar mis habilidades y resistencia. Me concentré en aprender todo lo que pudiera de esa situación, lo cual me hizo más fuerte y más preparado para futuros roles.

PositiveExit:
Finalmente, no todos los ambientes de trabajo pueden mejorar. Tuve una experiencia donde, después de intentar múltiples estrategias sin éxito, decidí que era hora de irme. Preparé mi salida profesionalmente, asegurándome de dejar todo en orden y mantener buenas relaciones con mis colegas. Encontrar un nuevo trabajo en un ambiente más saludable fue la mejor decisión que pude haber tomado para mi bienestar personal y profesional.

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