El argumento ad hominem es un recurso utilizado, por desgracia, con mucha frecuencia en nuestra vida diaria. Sobre todo en debates políticos, tertulias de televisión y redes sociales.
En este artículo de Estudiar Periodismo Online, veremos qué es ad hominem. Empezaremos por lo principal, qué significa ad hominen. Después de enumerar los diferentes tipos que existen de esta falacia, pondremos varios ejemplos para que se entienda todo mejor.
Para terminar, explicaremos la función de la falacia ad hominem y sus consecuencias.
Falacia Ad Hominem
Significado de Ad Hominem
Ad hominem es una palabra del latín que significa «contra el hombre». Como su nombre indica, es un recurso literario que consiste en hacer comentarios sobre o contra un oponente, para socavarlo en lugar de sus argumentos.
Hay casos en los que, consciente o inconscientemente, la gente empieza a cuestionar al oponente o sus asociaciones personales, en lugar de evaluar la solidez y validez del argumento que presenta. Este tipo de argumentos ad hominem se suele confundir con los insultos personales, pero su naturaleza es algo diferente, y la distinción es muy sutil.
Los argumentadores que no están familiarizados con los principios de la elaboración de argumentos lógicos suelen acabar diciendo algo que llame la atención del público sobre las características desagradables del individuo. Estas personas utilizan esta falacia como herramienta para engañar a su público. Hacer un comentario personal tan descarado contra alguien hace que sea difícil que la gente crea que no es cierto. Normalmente, incluso el propio argumentador cree que esos rasgos o circunstancias personales no son suficientes para desechar la opinión o el argumento de un individuo. Sin embargo, si se analizan de forma racional, tales argumentos (aunque sean ciertos) nunca suponen una razón válida para desestimar las críticas de alguien.
Ethos y Ad Hominem
Utilizar la falacia ad hominem en un texto argumentativo o retórico no es una buena idea, ya que se convierte en una falacia lógica y se relaciona con el ethos. Esto significa que la persona debe utilizar el ethos para evitar el ad hominem en sus argumentos o escritos.
El ethos se basa en la argumentación con referencia a una autoridad por la que se apela a la autoridad. Sin embargo, esta apelación a la autoridad podría ser falsa o podría ser a una autoridad anónima con inflación de conflicto por lo que se sintetizan dos autoridades.
Tipos de Falacias Ad Hominem
Como falacia lógica, presenta cuatro tipos básicos.
- Abusiva: Cuando se abusa de una persona o se utilizan invectivas para atacar su argumento, se trata de un ad hominem abusivo.
- Circunstancial: Es cuando atacas la situación de una persona o las circunstancias que podrían haber motivado el argumento.
- Culpabilidad por asociación: Significa asociar a la persona con algo negativo.
- Tu Quoque: Significa evocar las acciones pasadas de alguien para atacar su argumento.
Uso del Ad Hominem en las Frases
Aquí van algunos ejemplos del uso de la falacia ad hominem en frases.
- No tienes remedio. ¿No puedes preparar un simple té para los invitados?
- Sí, ¡en serio! Su riqueza no avala sus credenciales de buen orador.
- No debemos dar crédito a que alguien sea un buen mecánico porque haya estado con buenos mecánicos durante la infancia.
- Si de verdad quieres ser su amiga, no me hables y mira su cara. ¿Cómo puedes ser su amiga?
- ¿Recuerdas la vez que me quitaste las gafas? Sé que me dijiste que no las habías robado, pero ¿qué te dice que no volverá a ocurrir, eh?
Ejemplos de Falacias Ad Hominem
1. Primer ejemplo
¿Cómo puedes argumentar a favor del vegetarianismo cuando estás disfrutando de ese filete?
Esto muestra claramente cómo se ataca a una persona en lugar de dirigirse a ella a favor o en contra de su argumento.
2. Segundo ejemplo
A continuación se presenta un ejemplo clásico de falacia ad hominem:
Persona A: «Todos los asesinos son criminales, pero un ladrón no es un asesino, y por tanto no puede ser un criminal.»
Persona B: «Bueno, tú eres un ladrón y un delincuente, así que ahí va tu argumento».
3. Tercer Ejemplo
Persona A: “La educación de los hijos debe basarse en el amor y el cariño”.
Persona B: “No has tenido hijos, así que no puedes opinar”.
En este caso, se descalifica a la persona por no tener hijos al opinar sobre la educación infantil.
Función de la Falacia Ad Hominem
Los antecedentes de un escritor se consideran un factor muy importante a la hora de juzgar su obra. Un libro escrito sobre un tema concreto de la historia se percibirá de forma diferente, teniendo en cuenta los antecedentes del autor. Por tanto, es importante comprender que los rasgos y las circunstancias de un escritor tienen un papel fundamental en sus sentimientos, su pensamiento y la construcción de sus argumentos.
En pocas palabras, las consideraciones sobre el uso del ad hominem pueden explicar mejor ciertos argumentos y los motivos que los sustentan. Sin embargo, estas consideraciones no bastan por sí solas para evaluar la opinión de un individuo y, desde luego, no son suficientes para descartarlas como falsas o inválidas.
El hecho es que es un tipo de falacia que deja una gran impresión en la mente del público. Es un defecto argumentativo que resulta difícil de detectar en nuestra vida cotidiana. Aunque el ataque personal que se ha hecho al oponente puede no tener ni una pizca de verdad, de alguna manera hace que el público sea parcial. Irónicamente, a pesar de ser defectuoso, el argumento ad hominem tiene un increíble poder de persuasión.
Lo peor de utilizar una argumentación ad hominem a propósito es que el oponente te insulte públicamente. Cuando esto te ocurre, debes recuperarte de la humillación y luego señalar la falsa conexión en el argumento, que se utilizó como trampa para el público. Además, el dilema del ad hominem es que, una vez utilizado contra una persona, mancha su reputación. Una vez que alguien hace un argumento de este tipo sobre alguien, el público, en lugar de evaluarlo sobre bases lógicas, lo toma como verdadero.
Comprendiendo la Falacia Ad Hominem: Guía Completa
¿Qué significa la expresión ad hominem?
Ad hominem es una expresión latina que significa "hacia la persona". En el contexto de argumentación, se refiere a:
- Un ataque personal en lugar de abordar el argumento
- Desacreditar al oponente en vez de refutar sus ideas
- Dirigir la atención hacia características irrelevantes de la persona
- Una estrategia para desviar la atención del tema principal
¿Cómo responder a falacia ad hominem?
- Mantén la calma y no respondas con otro ataque personal
- Señala que el ataque no aborda el argumento principal
- Redirige la conversación hacia el tema original
- Pide evidencias que respalden el argumento, no opiniones personales
- Utiliza la técnica de "acuerdo y redireccionamiento"
- Si es necesario, establece límites claros en la discusión
¿Qué es lo que está mal en la falacia conocida ad hominem?
Problemas principales de la falacia ad hominem:
¿Qué es una falacia y un ejemplo?
Una falacia es un razonamiento incorrecto que aparenta ser válido. Ejemplo de falacia ad hominem:
"No deberías creer en el cambio climático solo porque un científico lo dice. Después de todo, ¿sabías que tiene inversiones en energía solar?"
Este ejemplo ataca la credibilidad del científico en lugar de abordar los datos sobre el cambio climático.
¿Qué es falacia ad hominem ejemplo?
Ejemplo específico de falacia ad hominem:
"Tu argumento sobre política económica no puede ser válido porque nunca has dirigido una empresa."
Este ejemplo desacredita el argumento basándose en la experiencia personal del oponente, no en la validez de sus ideas.
¿A qué se traduce ad hominem?
Ad hominem se traduce literalmente del latín como:
- "Hacia la persona" o "Contra la persona"
- Implica un argumento dirigido a las características personales
- Se utiliza para describir ataques personales en debates
- Enfatiza el enfoque en el individuo en lugar de en sus ideas
¿Cómo afrontar la falacia ad hominem?
Estrategias efectivas para afrontar la falacia ad hominem:
¿Quién inventó la falacia ad hominem?
El concepto de falacia ad hominem tiene una larga historia:
- Aristóteles (384-322 a.C.) discutió formas similares de argumento
- John Locke (1632-1704) acuñó el término "ad hominem" en su obra "Ensayo sobre el entendimiento humano" (1690)
- Desarrollado más a fondo por lógicos y filósofos posteriores
- Hoy es reconocido como una falacia lógica común en debates y argumentaciones